
La familia de las monedas mundiales menos importantes recuperó el terreno perdido bajo la cotización del dólar estadounidense el lunes. Los dólares australianos y neozelandeses ganaron más en su contra.
El dólar estadounidense inicialmente perdió terreno, especialmente en los mercados asiáticos. La razón fue el optimismo de los inversores en los mercados de bonos. Los rendimientos de los bonos comenzaron a subir anticipándose a una recuperación más rápida de la economía mundial en los próximos meses de este año. Sin embargo, esto provocó presiones de venta en los mercados de divisas, cuando el dólar estadounidense fue el que más sintió la demanda de bonos.
Los dólares australianos y neozelandeses se fortalecieron frente a los estadounidenses en un 0,6 por ciento. Sin embargo, cabe señalar que en ambos casos se trata, en cierta medida, también de una corrección de caídas anteriores. El dólar australiano perdió más del dos por ciento de su valor al final de la semana pasada, el dólar neozelandés menos del dos por ciento.
El euro se fortaleció frente al dólar en un 0,2, el japonés en sólo un 0,1 por ciento. El euro también borró sus pérdidas anteriores y cerró la cotización del lunes a 1,2091 dólares por euro. Es poco probable que se produzcan movimientos bruscos en el mercado euro-dólar en los próximos días, ya que tanto la Fed como el BCE aún no han señalado cambios en sus políticas.