
El Gobierno de la Federación de Rusia ha aprobado la participación de la empresa china Sinopec en un gran proyecto petroquímico. Por lo tanto, el Gabinete, dirigido por Michail Misustin, está actuando de acuerdo con la estrategia de Moscú de establecer relaciones económicas más estrechas con Beijing.
La empresa privada rusa Sibur quiere construir una de las fábricas de polímeros más grandes del mundo. La operación está destinada a estar en el Lejano Oriente para estar más cerca del mercado chino, así como del mercado asiático más amplio.
Se creará una nueva empresa, que se llamará Amur Gas Chemical Complex. Se requerirán inversiones de hasta $11 mil millones y está previsto para lapuesta en marcha en 2024 o 2025. Una vez a plena capacidad, producirá 2,3 millones de toneladas de polietileno y 400.000 toneladas de polipropileno al año. Se espera que Sinopec adquiera el 40 por ciento de las acciones de la empresa conjunta.
Los representantes de Sibur han indicado que están dispuestos a solicitar lacofinanciación del Fondo Nacional de Riqueza de Rusia.Las empresas chinas ya participan activamente en proyectos rusos, tambiénparticipan en la extracción de petróleo o gas natural rusos. Los lazos entre Moscú y Pekín han ido creciendo desde al menos el comienzo de la crisis de Ucrania, cuando Occidente impuso varias sanciones a Rusia.