Todas las emisiones de CO2 de los motores de combustión interna de los vehículos nuevos se cobrarán en la Unión Europea a partir de 2035. Los estados miembros de la UE dieron hoy la aprobación final a una norma que hará prácticamente imposible la venta de automóviles nuevos de gasolina y diésel a partir de esa fecha. La aprobación por parte de los ministros de la UE de las normas, largamente debatidas, estuvo precedida de un acuerdo entre Alemania y la Comisión Europea que garantiza el uso continuo de motores de combustión interna propulsados exclusivamente por combustibles sintéticos.
Solo Italia y Polonia se opusieron hoy a las reglas, pero su oposición no fue suficiente para bloquearlas. Como los eurodiputados ya habían aceptado la norma, ahora puede entrar en vigor.
La norma, acordada por la Presidencia checa a finales de octubre, forma parte de un paquete de propuestas para reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Además de cero emisiones de dióxido de carbono a partir de 2035, también introduce un objetivo gradual para reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 55 por ciento para finales de esta década en comparación con los niveles de 2021.
Sin embargo, Berlín tuvo problemas con su redacción y dijo que no garantizaba suficientemente las exenciones para el uso de motores de combustible sintético, también conocidos como combustibles electrónicos. Otros países, incluida la República Checa, se unieron a sus demandas y obtuvieron suficientes votos para bloquear la propuesta.
La Comisión y el gobierno alemán anunciaron el sábado que se había llegado a un compromiso. Si bien Berlín y Praga aceptaron la norma hoy, Roma y Varsovia se opusieron. Italia intentó sin éxito incluir el apoyo a los biocombustibles en el texto.
fuente: ČTK
