
El índice de desempleo en Estados Unidos aumentó a finales de marzo al 4,4 por ciento, comparado con el 3,5 por ciento en febrero que fue a su vez el nivel históricamente más bajo
No obstante, la realidad puede resultar mucho peor de lo que muestran por ahora las estadísticas oficiales.
Después de que la crisis del coronavirus impactara con plena fuerza a la economía de Estados Unidos, sólo en las últimas dos semanas de marzo más de diez millones de estadounidenses presentaron sus solicitudes para conrar el subsidio de paro. Es de esperar que las cifras sigan creciendo en los próximos meses. Varios pronósticos sostienen que en el país se podrían perder hasta veinte millones de puestos de trabajo.
Según las estadísticas oficiales, el paro aumentó al 4,4 por ciento a finales de marzo. No obstante, el índice no incluye a aquellas personas que formalmente siguen empleados, pero de hecho se encuentran en sus casas, mientras que sus empleadores cobran apoyos financieros del primer paquete de salvación del Estado. Si las empresas mantienen los puestos de trabajo subsidiados, no se verán obligadas a devolver los recursos ofrecidos por el Estado.
„Si sumamos estas personas de hecho inactivas en este momento,ya hoy en día probablemente llegaríamos a un nivel de paro en torno a un 10,5 por ciento,“ señaló Michael Farren, economista de la Universidad de George Mason, Virginia. Este nivel de desempleo es muy próximo al récord de postguerra cuando en 1982 el índice de pero alcanzaba casi 11 por ciento. Si se cumplen los pronósticos más pesimistas que hablan de unos veinte millones de personas en busca del trabajo, estaríamos hanbando del índice superior al 16 por ciento. No obstante, aparecen incluso voces que pronostican niveles de paro de más del veinte por ciento que es comparable con la situación que Estados Unidos experimentó durante la primera mitad de los años treinta en los tiempos de la Gran Depresión.