Los socialdemócratas alemanes han ganado las elecciones a la Asamblea Federal y tienen la oportunidad de ganar el cargo de canciller federal por cuarta vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, esto no debería cambiar nada en el rumbo político o económico del país.
La prueba de que el resultado de las elecciones alemanas al Bundestag no afectará fundamentalmente a la situación económica de Europa es la reacción casi nula de los mercados de divisas. El euro apenas se ha movido frente al dólar o se ha fortalecido ligeramente.
Los resultados muestran que el nuevo gobierno federal no prescindirá de uno u otro de los partidos más fuertes. Por lo tanto, es casi seguro que se mantendrá la continuidad del antiguo gabinete de Angela Merkel, compuesto por los ministros del SPD y de la CDU /CSU. Matemáticamente, también se basa en una variante real de la continuación de la gran coalición actual.
Ya sea que el gobierno esté formado por el SPD o la CDU /CSU junto con otros partidos (Verdes, FDP), es muy probable que continúe la consolidación de los presupuestos públicos, pero también la transformación de la economía alemana hacia tecnologías más respetuosas con el medio ambiente. El debilitamiento positivo de la izquierda y la alternativa para Alemania es también una noticia positiva, lo que confirma la continuación de la tendencia establecida.