Aún a comienzos de junio, la cantidad de británicos dispuestos a aceptar casi todo tipo de trabajo representaba un 23 por ciento de toda la mano de obra. Hoy en día, según los sondeos actualizados, ese porcentaje asciende a casi un 30 puntos porcentuales. El porcentaje más alto de aquellos que están dispuestos a trabajar donde sea se registra en los sectores más afectados por la pandemia del coronavirus y las medidas de cuarentena, es decir en la industria manufacturera, servicios de gastronomía y hotelería, el turismo o el sector de entretenimiento.
Según se espera, la situación irá empeorando y la competencia en el mercado laboral del Reino Unido se aguditará aún más después de que se terminen los programas de apoyo del Gobierno para mantener el nivel de empleo. Hasta una tercera parte de las empresas británicas considera la posibilidad de recortar en los siguientes tres meses su plantilla de empleados por falta de liquidez.
Tampoco son una buena noticia para el Reino Unido los escasos avances en las negociaciones con representantes de la Unión Europea sobre el reajuste de las relaciones mutuas después de que se venciera el período de transición que siguió a la salida del Reino Unido del club de los veintiocho.
