En el año 2016, muchos esperaban que la economía estadounidense bajo Donald Trump se metería en grandes problemas y el valor del dólar se hundiría
Por ahora, estas predicciones han sido erróneas. Los indicadores de la economía de los Estados Unidos están creciendo de manera constante, sin embargo, el dólar ha tenido un camino más difícil. Entre los principios del 2017 y abril del 2018, perdió bastante valor frente al euro.
Desde entonces, durante el último año y medio, el dólar se está recuperando, de manera lenta pero estable. Todavía está muy por debajo del nivel al que llegó en diciembre del 2016 cuando casi alcanzó la paridad con el euro.
Las monedas (y también los bonos del gobierno) son uno de los mejores indicadores de las simpatías de los inversores hacia cada país. Si los mercados confían en los países y creen que su producción económica crecerá, entonces la moneda siempre crecerá en valor (a menos que haya una intervención del gobierno, como fue el caso con la moneda china, por ejemplo). Este crecimiento trae problemas a los exportadores del país dado, ya que sus exportaciones serán más caras en comparación con la competencia de otros países. Por otro lado, una moneda fuerte es un hecho del que a muchos le gusta presumir.
