
Los tres índices más grandes de la Bolsa de Valores de Nueva York cayeron el viernes. El S&P 500 y la tecnología Nasdaq se depreciaron casi un uno por ciento, y el Dow Jones perdió menos del medio por ciento.
El pesimista final de la semana de negociación de la semana pasada en Wall Street estuvo marcado por varios factores que pueden ser responsables del deterioro de las expectativas de los inversores. Probablemente estén más preocupados por el endurecimiento gradual de la política monetaria después de que la inflación en Estados Unidos siga siendo elevada y el desempleo no caiga bruscamente, como preveía la Reserva Federal de los Estados Unidos.
A esto se suman las preocupaciones sobre un posible endurecimiento de la política presupuestaria, que hasta el momento ha sido muy expansiva. Comienzan a surgir consideraciones sobre el aumento de las tasas impositivas corporativas del 21 al 26,5 por ciento actual. Aunque fue una de las promesas electorales de Joe Biden, los mercados parecen haberse olvidado por un tiempo y ahora están asombrados.
El sentimiento de los consumidores sigue siendo relativamente bajo y, además, se acerca una reunión del Comité Federal de Operaciones de Mercado Abierto (un órgano de miembros de la Fed que decide sobre el establecimiento de parámetros de política monetaria). Es probable que el nerviosismo en los mercados aumente ligeramente.