
El mercado mundial del gas natural busca su equilibrio perdido. Si bien 2020 marcó un descenso sin precedentes de la demanda de esta importante materia prima, este año representa lo contrario.
El resultado es una escasez de gas natural en el mercado, lo que da lugar a un aumento de su precio. Esto ha alcanzado un máximo de siete años, ya que los operadores apuestan fuertemente por el aumento de la demanda y la escasez de gas durante el próximo invierno.
Los mineros simplemente no pueden satisfacer la creciente demanda, ya que el año pasado limitaron su producción debido al movimiento opuesto de las partes de la demanda. Ahora no pueden alimentar los tanques de almacenamiento vacíos y siguen suministrando la cantidad necesaria de gas natural al gasoducto. Uno de esos casos es Rusia, que se dirige a los suministros de gas a Europa. Esto se debe precisamente al esfuerzo por reponer las capacidades de suministro doméstico.
Según los expertos, restablecer el equilibrio del mercado llevará tiempo. Las estimaciones de cuándo podría ocurrir esto van desde la segunda mitad del próximo año hasta principios de 2023. Será mejor que nos acostumbremos al gas natural caro.