
La atención de los inversionistas se va centrando poco a poco en la próxima temporada de balances cuando las empresas que cotizan en las bolsas darán a conocer sus resultados económicos correspondientes al primer trimestre del año en curso.
Al final de la jornada bursátil del miércoles, el índice de acciones europeo STOXX 600 perdió casi un cuatro por ciento, después de crecer en poco menos de ocho por ciento durante las cinco sesiones consecutivas. Este rally accionista fue provocado por las expectativas de que los países europeos clave ya habían superado lo peor en cuanto a la situación epidemiológica relacionada con el coronavirus y de que en las próximas semanas los Estados de Europa (como Alemania, por ejemplo) podrían comenzar a liberar las restricciones declaradas como respuesta a la expansión de la pandemia.
El optimismo ha sido turbado por el inicio de la temporada de balances cuando las empresas darán a conocer sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre del año. Los inversionistas temen que la crisis del coronavirus ya alcanzó marcar negativamente las actividades de muchas de ellas. La mayoría de las bolsas eurooccidentales replicaron la pérdida del índice STOXX 600.La bolsa de Viena, por ejemplo, cayó en hasta un siete por ciento. De manera notable debilitaron sobre todo los títulos del sector bancario. Por ejemplo, el Erste Group austríaco perdió más del once por ciento. A cambio, las acciones de empresas de energía y la industria farmacéutica se mantenían en torno al cero.