
El segundo país más poblado del planeta quedó acorralado por un contrato a largo plazo para los suministros de gas licuado proveniente de Catar
La India ahora reclama renegociar sus obligaciones del contrato firmado ya hace dos décadas.
En 1999 la India y Catar suscribieron un contrato a largo plazo para los suministros de gas licuado que se iniciaron en el año 2004. Con el tiempo el volumen de gas que la India compraba a Catar ascendió a 7,5 millones de toneladas anuales. El problema es que el precio contratado está vinculado al precio de petróleo, a consecuencia de lo cual la India le compra a Catar el gas por aproximadamente un doble de lo que es el actual precio spot en el mercado.
El contrato ya fue objeto de renegociación en 2015. En aquella ocasión, la India logró reducir el precio contratado a la mitad, asumiendo a cambio la obligación de incrementar las compras a Catar en un millón de toneladas anuales. „Vincular el precio de gas al del petróleo es incorrecto,“ argumenta el Ministro de Minería hindú Dharmendra Pradhan al tratar de convencer a la contraparte catarí que el valor de los suministros se fije más adelante en base al precio del momento en los mercados mundiales.
Sin embargo, el Ministro de Energía de Catar, Saad Sherida al-Kaabi, rechaza por su parte cualquier modificación en el contrato. „Los acuerdos no cambian, insistimos en su cumplimiento pero estamos dispuestos a cerrar nuevos contratos según las necesidades energéticas de la India,“ replicó. La India tiene pensado duplicar la participación de gas natural en su mix energético antes del año 2030.