
Según datos recogidos por la compañía de tecnologías digitales y fabricante de sistemas de navegación TomTom, en varias metrópolis mundiales el tráfico de vehículos ha retornado durante el mes de junio a los mismos niveles del año pasado. El hecho pone de manifiesto el crecimiento de la demanda de petróleo que parece haber abandonado definitivamente la zona por debajo de 20 y 30 dólares por barril, respectivamente.
La tendencia al alta en el prcio del crudo refleja también las cifras que ha arrojado últimamente el mercado laboral de Estados Unidos. El número de nuevas solicitudes de subsidio en paro ha vuelto a disminuir, todo lo contrario de las previsiones. Podría ser una señal de que la demanda de petróleo seguirá creciendo y que la economía estadounidense ya había tocado fondo.
Los pronósticos sobre un lento pero sostenido crecimiento de los precios del crudo se apoyan asimismo en las masivas inyecciones financieras con las que los bancos centrales de los principales centros mundiales piensan apoyar sus respectivas economías. No obstante, hay aún otro factor en juego en forma de una posible segunda oleada de la pandemia en aquellos países que han flexibilizado recientemente sus medidas antiepidemiológicas. En este hipotético caso, la demanda del crudo y sus precios probablemente volverían a desplomarse.