
La empresa minera británica al parecer tendrá que aceptar las objeciones relativas al contrato sobre la extracción de cobre en Mongolia. El Estado mongoliano insiste en imponer tasas especiales a la extracción, así como el plazo más corto para el cobro de los dividendos.
El Parlamento mongoliano rechazó el proyecto de contrato entre la empresa minera británica Rio Tinto y el Gobierno de Mongolia relativo a una inversión de varios miles de millones en la mina de cobre Oyu Tolgoi al sur de ese país de Asia Central. Según el proyecto, Rio Tinto se quedaría con una participación del 66 por ciento y el Estado mongoliano con el resto de la empresa conjunta. Los términos del contrato de inversión fueron acordadas por las dos partes ya en el año 2015.
Sin embargo, hace dos años el Parlamento mongoliano estableció un grupo de trabajo con el fin de revisar las condiciones del proyecto de contrato del año 2015 desde el punto de vista de beneficios para el Estado. Según los legisladores mongolianos, el contrato no es legalmente ejecutable por no haber sido sometido al proceso de ratificación por parte del Parlamento. Además, el cuerpo legislativo exige ahora que la minera Rio Tinto pague al Estado también tasas especiales de extracción y que se adelante el plazo para el cobro de dividendos que el proyecto prevé hasta para el año 2041.
Representantes de la minera británica están dispuestos a debatir con el Parlamento de Mongolia los términos definitivos del proyecto de contrato. No obstante, las acciones de la empresa han reaccionado con una baja de más de uno por ciento. Es de suponer que vuelvan a sus valores anteriores tan pronto que se aclare la situación.