
Después de que Berkshire Hathaway, perteneciente a Warren Buffett, perdiera en 2018 más de 25 mil millones de dólares, en el año 2019 alcanzó ganancias por 29,2 mil millones. „Cuando me muera, los accionistas de Berkshire no deben temer por su futuro“, sentencia el multimillonario.
El balance de Berkshire Hathaway correspondiente al año pasado mejoró también gracias al hecho de que la empresa había prescindido de algunas inversiones. Además del rendimiento neto por casi 30 mil millones de dólares, se reflejó asimismo en el nivel de liquidez que a finales del año pasado ascendía a 128 mil millones de dólares.
Desde hace varios años Warren Buffett se queja de que el mercado carece de suficientes oportunidades de inversión que ofrezcan por lo menos un poco de esperanza para una digna valorización y que realmente valgan la pena. Así el multimillonario prefiere mantenerse al margen o invertir a escala limitada.
Pese a que Berkshire volvió a operar en números negros, los inversionistas no lo apreciaron lo suficiente. Las acciones del imperio inversionista de Buffett han fortalecido sólo un un 11 por ciento, mientras que el índice S&P 500 lo hizo en 31,5 puntos porcentuales. De esta manera, Berkshire sufrió en comparación con el mencionado índice su desvalorización más notable desde 2009.
No obstante, tampoco este hecho, según Buffett, constituye una razón para desconfiar del futuro de la empresa. „Nuestra compañía está absolutamente preparada para nuestra partita,“ comentó el agorero oriundo de Omaha, refiriéndose a Charlie Munger, su socio de negocios y vicepresidente de Berkshire.