
La República de Sudáfrica es el productor mundial más grande de platino y cromo y uno de los más importantes en cuanto a la extracción de oro o diamantes. Las minas sudafricanas de metales preciosos y minerales raros se encontraban fuera de servicio durante varias semanas por causa de la pandemia del coronavirus. Hoy en día, al flexibilizarse las medidas más severas de cuarentena, las plantas de extracción se ven enfrentadas al problema de falta de mano de obra.
Pese a que los trabajadores extranjeros ya han comenzado a regresar, el nivel actual de empleo de mano de obra extranjera está a apenas un sesenta por ciento de lo habitual. El problema persiste en las fronteras del país donde las autoridades migratorias se ven obligadas a cumplir aún toda una serie de restricciones antiepidemiológicas que se requieren en la entrada de extranjeros.
El sector de minería sudafricano emplea cerca de 12,5 mil ciudadanos extranjeros, en su mayoría procedentes de Mozambique o el Reino de Lesoto. Debido a la limitada capacidad de las autoridades fronterizas de atender la ola migratoria, se prevé que el retorno de los empleados extranjeros durará el doble de lo que se esperaba. El dificultoso proceso de reapertura de las minas constituye un problema especialmente a propietarios de minas de oro que van sumando considerables pérdidas, ya que el precio del metal va en aumento desde hace varias semanas y está muy próximo para alcanzar sus niveles históricos récord del año 2011.