
Las acciones norteamericanas han experimentado el jueves la peor jornada comercial desde que comenzaron a recuperarse de los impactos de la pandemia por el coronavirus. La caída de Dow Jones en siete y la del S&P 500 en seis por ciento se debe a los pronósticos nada alentadores del Sistema de la Reserva Federal (Fed) sobre las perspectivas de la economía estadounidense y en parte también al aumento diario de nuevos casos diagnosticados del coronavirus.
El Fed estima que la economía de Estados Unidos caerá este año en 6,5 por ciento y el nivel de desempleo debería alcanzar a finales del año un 9,3 por ciento. El índice actual de paro oscila en torno a un 14 por ciento y las últimas semanas muestran que la tendencia al alza podría experimentar un giro, lento pero seguro.
Sin embargo, según los analistas la oleada de ventas que se vivió el jueves en la bolsa de valores estadounidense no necesariamente debe significar un cambio en la tendencia alcista. Siempre cuando se da a conocer algún informe del Fed, las acciones reaccionan de alguna manera y es probable que los inversores sólo aprovecharon el momento intermedio para retirar sus ganancias.